SONETO IX

Por Michelangelo Buonarroti IXEspíritu bien nacido, en el que se espeja y ve en tus hermosos miembros caros y honestos cuanto cielo y natura en nosotros pueden hacer, cuando a ninguna otra su bella obra ceden: Espíritu delicioso, en el que se espera y cree por dentro, cual aparece en el rostro afuera, amor, piedad, merced, tan raras cosas, cual nunca con fe tal se unieron en belleza. Me cautiva el amor, y la beldad me ata; la piedad, la merced con su mirar suave quieta esperanza al corazón le otorgan. ¿Qué uso o qué gobierno niega al mundo, qué crueldad de hoy o cual mas tarde, que no perdone muerte obra tan…

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SONETO VIII

SONETO VIII Por MICHELANGELO BUONARROTI La vida de mi amor no está en mi corazón, pues corazón no tiene el amor con que te amo; que donde hay cosa mortal, llena de error, no puede él morar, ni pensamiento indigno. Al separarse el alma y Dios, Amor me dio un ojo sano, y a ti luz y esplendor; dejar de verlo así o puede en esa parte que muerte en ti, por nuestro mal, mi gran deseo. Como del fuego el calor dividirse no puede, tampoco mi juicio de la belleza eterna, cuando exalta, pues de ella viene, cuanto le asemeja. Ya que en tus ojos está entero el paraíso, por retornar…

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SONETO VII

Por Michelangelo Buonarroti.Cuando al siervo el señor con áspera cadenasin otra esperanza en cárcel tiene preso,tanto se habitúa a su mísero estadoque apenas llega a reclamar ser libre.Aun al tigre o la sierpe el hábito refrena,y hasta al fiero león en las selvas nacido;y el nuevo artista cansado del trabajo,habituándose al sudor amengua su fatiga.Mas a imagen tal el fuego no se une;pues si el humor de un leño verde apagaal frío viejo lo calienta y nutre,y tanto en verde edad lo torna y estimula,renueva e inflama, alegra y hace joven,que con su aliento amor alma y corazón ciñe.Y si…

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SONETO VI

Por Michelangelo Buonarroti VI Si fui, ya muchos años, mil veces herido y muerto, que no vencido o cansado por ti, y por mi culpa; ¿Ahora retornaré, blanco el pelo, a tus promesas necias? ¡Has atado tantas veces y tantas librado los tristes miembros, y tanto herido el costado, que puedo apenas volver en mi, aunque bañando el pecho de abundantes lágrimas! De ti me duelo, Amor, contigo hablo, libre de tus halagos ¿a qué sirve tomar tu arco cruel, y disparar a nada? Como a leño en ceniza sierra o termes, gran vergüenza asi es corriendo perseguir a quien perdió ya destreza y movimiento.  Escrito en 1524 o 25. No es insolito que…

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