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Por Michelangelo Buoanarroti

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Aquí se hacen yelmos y espadas de los cálices
y la sangre de Cristo se vende a manos llenas,
y cruces y espinas son lanzas y rodelas,
y hasta la paciencia de Cristo se acaba.
Mas Él no debiera volver a estas regiones,
si hasta las estrellas llegase su sangre,
ahora que en Roma le venden la piel
y a toda bondad clausuran las sendas.
Si tuviese yo deseos de perder tesoro,
pues que aquí ya he perdido mi trabajo,
puede el del manto hacer lo que Medusa en Moro;
mas si al alto cielo la pobreza agrada
¿qué hacer para retornar a nuestro estado,
si otra señal a la otra apaga?
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Miguel Ángel Buonarroti
Escrito en 1512. Ataque a la venalidad y combatibilidad de la Santa Sede que en esos años con Julio II, habia formado la Liga Santa, con Espaa, Venecia y la Confederacion Helvetica, contra Francia.
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Miguel Angel se vuelve de nuevo contra el Papa que es el del manto, y que transforma en piedra o aniquila.
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La señal de la guerra apaga la de la Cruz, y con ella la esperanza de la vida eterna.

Nótese la obsesión espiritualista de Miguel Ángel. Su afán de íntima perfeción.