Alentado por las palabras de Santiago Castro a quien conoci a mi regreso del seminario
(donde estuve cuatro años internado en el Aspirantado Salesiano o mejor en el Seminario de los Salesianos en el municipio de la Ceja -en la Casa de abajo-. Allí soñaba con ser Sacerdote y escultor a la vez, soñaba con hacer vírgenes desnudas. Cursé quinto de primaria (en ese año hice penitencia porque quería ser como Santo Domingo Sabio), primero, segundo y tercero de bachillerato en ese último año los Padres descubrieron que estaba enamorado de una muchacha vecina y decidieron mandarme para la casa. Recuerdo este incidente con cariño pues hoy puedo decir con orgullo que todos mis desnudos femeninos (mis esculturas) de alguna manera son las vírgenes desnudas que un día soñé en el seminario..)
busque orientación para llegar a estudiar concretamente la escultura y quien mejor que el Escultor Oscar Rojas , quien fuera discipulo de mi Padre en la Casa de la Cultura y que además había trabajado en el taller de mi casa cuando yo estudiaba mi primaria con los Salesianos en el Colegio el Sufragio de Medellin.
Como anécdota puedo contar que después del colegio yo me metía al taller a verlo trabajar y a jugar con barro, él me decía “si le gusta yo le enseño” y así fué … estuve a su lado como peón de brega durante varios años ayudándole en su Taller de Enciso y por su concejo busque a mi Padrino de bautizo el Maestro acuarelista Rafael Saenz que por ese entonces era profesor en el Instituto de Artes Plásticas de la Universidad de Antioquia ( antes Casa de La Cultura de Medellín hoy facultad de Artes) para que me diera las instrucciones necesarias para ingresar al Instituto como estudiante regular de Escultura cosa que sucedió para mi bien hacia el año 1973.
Ingrese al Instituto de Artes plásticas en el año 1973, desde aquel momento dejé atrás las pilatunadas juveniles y me dediqué a la Escultura las “25″ horas del día; fue un compromiso conmigo mismo, el cual he cumplido cabalmente, nacido de esa necesidad interior de comunicarme con los demás a través de las formas.
Allí fui monitor de carpintería durante tres años a más de recibir las enseñanzas de los mejores Maestros de la escultura y el dibujo de ese entonces en Medellín, compartiendo con ellos durante cuatro años.
Entre ellos estaban El maestro Gustavo López López quien me dirigio casi todo el tiempo y a quien le debo mucho de sus grandes enseñanzas en el campo de la Escultura, tambien tuve como profesores a Alonso Rios en escultura y en dibujo a los Maestros Emiro Botero, Francisco (Pacho) Morales, Francisco Valderrama, Anibal Gil, a Francisco Arrubla en perspectiva y al Doctor Hugo Londoño en anatomía.
Paralelo a ello visitaba el Taller del Escultor Oscar Rojas, donde aprendí lo que era vivir la escultura con intensidad y amor propio.
Presento algunas de las obras realizadas en ese entonces: