Por Michelangelo Buonarroti
XIII
Cuando el ministro de los suspiros míos
en el mundo, ante mis ojos, se apartó de sí,
natura, que dignificarlo quería entre nosotros,
avergonzada quedó, y quien le vio, en llanto.
Más cual de otros no se envanezca hoy
de este sol del sol, que así lo apaga y toma
la muerte, pues amor venció, que vivo le hizo
en la tierra y entre otros santos del cielo.
Así creía la muerte inicua y mala
acabar el son de sus virtudes tantas,
y que el alma se dijese menos bella.
Efectos contrarios iluminan los valores
de la vida mas que cuando en vida estaba,
y muerto es del cielo, que antes no lo guardaba.
Miguel Ángel Buonarroti
Posterior a 1528. El folio del manuscrito posee diversos esbosos. Entre ellos el perfil de un viejo, con barba, que mira a una mujer de senos desnudos y flácidos.