Soñaba con trabajar en el taller de mi Padre, en mi casa materna, pues creía que su energía estaba gravitando en cada rincón y eso era estimulante, soñaba con organizarlo y hacer una escuela de escultura depositaria de toda su enseñanza, eran tiempos de estudio en el Instituto de Artes Plásticas de la Universidad de Antioquia a más de que pensaba en ser profesor allí mismo y hacer algo parecido a mi padre, aprovechar las instalaciones que eran bastante amplias y el recurso humano que allí ingresaba cada año, y así hacer esculturas monumentales con participación de los alumnos, pero que paso…
Vale la pena recordar, que yo era un joven de 20 años, con todas las ilusiones por hacer de mi vida algo importante, era monitor allí en el Instituto y era un trampolín para lograr el deseo de ser Profesor. Se dio el paso de llegar a ser ayudante de Cátedra, ahora ya podía aspirar a profesor, pero las envidias por parte de algunos profesores y los celos profesionales me lo impidieron, con un argumento muy bajo: mi edad. Recuerdo que el director del instituto de ese entonces Nestor Martinez me dijo estas palabras:
“Miguel Angel, eres muy joven para aspirar a un puesto como Profesor pues hay algunos que no les conviene que tu estés aquí.”
Paso seguido me fui de allí a hacer mi vida escultórica independiente, a fin de cuentas siempre he pensado que en el Arte las cosas eran democráticas y sobresalías por tus cualidades, no por tu apellido. Así empecé a trabajar en el taller de mi casa materna por un tiempo, recuerdo que allí hice una escultura monumental: Los Esclavos, para la Urbanización Conquistadores número 2 en la avenida 33 con la carrera 65, detrás de Autollantas Nutibara; por ese tiempo me case y soñaba hacer del taller de mi Padre algo importante para mi profesión y decidí decirle a mis hermanos que me vendieran sus derechos, para así yo poder ir adquiriendo parte por parte, pero, mi Madre le presto la plata a mi hermano para que me comprara el derecho y así fui yo quien salio del taller, buscando otro camino… otro sueño se derrumbaba…
Mi primer taller realmente fue una alcoba luego se extendió al comedor y más adelante al patio todo esto en mi casa del Barrio Sucre, luego de salir de la casa de mi Madre.
La casa donde vivía con mi esposa Martha Elena con quien me había casado en el año de 1975 me quedaba chiquita, allí recuerdo que hice muchas obras, entre ellas un mural en madera de cedro para un amigo de 2.10 mts por 1.10mts. por 0.05 mts llamado “las Lavanderas”.
Allí fue donde tuve mi primer perro llamado Cacique, Las obras se distinguen por tener muy marcado el sello de la Academia aún era estudiante de Escultura en el Instituto de Artes Plásticas de la Universidad de Antioquía y tallé en ese entonces algunos relieves en Madera de cedro con un tema muy típico y folclórico como la escultura denominada “Ancestro”que es un Campesino de algunas de nuestras montañas Antioqueñas en actitud reflexiva
Otros como “la Colonización”,“La adoración”, “La Angustia”una anciana adolorida por los años, “Espalda femenina”relieve en madera de pino en gran formato. Y algunas esculturas en piedra talco (esteatitas) de la región de yarumal, Antioquia; como torsos, cabezas y algunas figuras de corte académico.
Como se puede apreciar son esculturas con sabor netamente ancestral y regionalista. Como anécdota recuerdo que alguna vez me visitaron unos amigos y entre ellos había una sicóloga que me hizo el siguiente comentario, palabras más palabras menos:
“A usted parece ser que le hace falta algo… pues veo que tiene varias esculturas fragmentadas, que me dicen eso…”
Ese comentario me ha acompañado durante muchos años, a veces lo recuerdo y analizando le doy la razón, pues, en aquellos días era aún estudiante y la metodología de enseñanza era aprender el cuerpo por partes cabeza, manos, pies, torso y luego el cuerpo completo, reconozco que estaba influenciado por la academia de ahí que mis esculturas fragmentadas de aquella época estuvieran influenciadas por la academia y mis antecedentes escultoricos.
Paralelo a esto trabajaba como péon de brega del escultor Oscar Rojas, quien tenía su taller en el Barrio Enciso-Los Mangos y un lote grandisimo el cual me ofrecio al entererarse de que no había podido comprar el taller de mi padre y así sali de mi casa en busca de un taller más grande…… me iba de una casa normal para un terreno ciego…