Soneto XXI

Soneto XXI Por Michelangelo Buonarroti Yo lo he, por cortesia vuestra, recibido Y lo he leído más de veinte veces. Tanto ayudan a vuestro ser los dientes, Como el alimento a un cuerpo ya nutrido. Con todo, desde que os dejé, he sabido Que a Caín contaís en los antecesores, Y en tal modo procedeís de su tronco, Que el bien de otro, vos lo habeís perdido. Envidiosos, soberbios, del cielo enemigos, La caridad del prójimo os fastidia, Y sólo de vuestro daño sois amigos. Lo que dice el Poeta, de pistoya, Tenedlo en mente, y basta; y si hablas…

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Soneto XX

Por Michelangelo Buoarroti XX Quiza para que de otros compasión me venga, Para que de ajenos golpes no me ria,  con mi propio valer, sin otro guía, ha caído el alma que tan digna fuera. No sé bajo qué otra enseña militar No para vencer, para escapar segura, Si el tumulto de adversarios gritos No me mata, o tu poder no me sostiene. ¡OH carne, sangre, leño, oh dolor extremo, haced justicia vosotros del pecado en que nací, al igual que mi padre! Solo en ti hay bondad; tu piedad suprema Socorra mi ante dicho inicuo estado, Tan cerca de…

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Soneto XIX

Por Michelangelo Buonarroti XIX Tan amigo a la fría piedra le es su fuego que, si con un golpe, la circunscribe, aunque la queme y despedace, aun vive uniendo con ello otras para lugar duradero. Y si resiste en la hornaza, vence al estío o al invierno, y alcanza mayor valor que antes, como purgada entre las altas y divinas almas que al cielo volviese del infierno. Librado de mi, si me disuelve el fuego, que dentro me es como un juego oculto, ardo y me apago y aun puedo vivir mucho. Entonces, si vivo hecho humo y polvo, eterno bien seré, si me endurezco al fuego; y quien me golpea no es…

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Soneto XVIII

Por Michelangelo Buonarroti XVIII Sólo con fuego el herrero el hierro extiende por hacer su trabajo igual a su concepto, ni sin fuego artista alguno el oro  al sumo grado lo refina y vuelve;ni el singular fénix se rehace si no ardió primero; por lo que, si ardiendo muero, espero mas claro resurgir entre aquellos a quienes muerte enaltece y no ofende el tiempo. Del fuego que hablo me es gran ventura aun para renovarme en mí tenerlo, contándome ya casi entre los muertos. O bien, si al cielo asciende por natura, a su elemento, y estoy convertido en fuego ¿cómo ocurrirá que consigo no me suba?  Miguel Ángel Buonarroti De…

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Soneto XVII

Por Michelangelo Buonarroti XVII Si yo hubiera creído a la primera mirada al cálido sol de esta fénix alma por fuego renovarme, como acostumbra ella en la vejez extrema, en el que entero ardo, cual velocísimo ciervo, lince o leopardo sigue su bien y del dolor escapa, a los actos, sonrisas y honestas palabras corriendo habría ido, mas soy presto tarde. ¿Pero por qué dolerme, si veo en los ojos de este ángel único y contento mi paz, mi reposo y mi entera salud? Peor hubiera sido -quizá- primeramente verlo y oírlo, que ahora con igual vuelo consigo me arrastra a seguir su virtud.  Miguel Ángel Buonarroti De 1532. Siempre la historia amorosa…

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Soneto XVI

Por Michelangelo Buonarroti XVI Tú sabes que sé, mi señor, y sabes que me aproximo más para gozarte, y sabes que sé que sabes quien soy: ¿a qué pues más retardo en saludarse? Si verdad es la esperanza que me das, y verdad mi gran deseo concedido, el muro rómpase alzado entre los dos, que son mas fuertes los daños ocultos. Si solo amo de ti, mi señor querido, lo que de ti mas amas, no te enojes, si un espíritu del otro se enamora. Lo que en tu bella faz aprendo y busco, mal lo comprende el ingenio humano: Quien saberlo quiera, ha de morir entonces.  De 1532. Obviamente, es el inicio…

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Soneto XV

Por Michelangelo Buonarroti XV Si un casto amor, si una piedad altísima, si una fortuna igual a dos amantes, si una suerte adversa les importa a ambos, si un espíritu y querer rige su corazón; si eterna es un alma, pero los cuerpos dos, llevándolos al cielo con alas similares; si Amor a un tiempo y con dorado dardo lo íntimo de dos pechos lacera y arde; si uno ama al otro y ninguno a sí mismo, con igual gusto y cariño, a punto extremo que quieran los dos al mismo fin llegar: entre mil y mil, a cien alcanzarían con tal nudo de amor, y semejante fe; que solo él desde lo…

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Soneto XIV

Por Michelangelo Buonarroti XIV Si el deseo inmortal que alza y modera los demas pensamientos, aflorase los míos, quizá a quien en la casa de Amor despiadado reina, tornarle podría en apiadado. Más pues que el alma por ley divina mucho vive, y el cuerpo muere en breve, no puede el sentido su alabanza o valor describir del todo, si del todo no entiende. Entonces, ¡ay de mi!, ¿cómo será entendido el casto deseo que al corazón enciende, por quienes siempre a sí en los demás se ven? Mi jornada mejor no me es posible con mi señor que atiende a las mentiras, pues diciendo verdad, es embustero quien no cree.  Miguel Ángel…

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SONETO XIII

Por Michelangelo Buonarroti XIII Cuando el ministro de los suspiros míos en el mundo, ante mis ojos, se apartó de sí, natura, que dignificarlo quería entre nosotros, avergonzada quedó, y quien le vio, en llanto. Más cual de otros no se envanezca hoy de este sol del sol, que así lo apaga y toma la muerte, pues amor venció, que vivo le hizo en la tierra y entre otros santos del cielo. Así creía la muerte inicua y mala acabar el son de sus virtudes tantas, y que el alma se dijese menos bella. Efectos contrarios iluminan los valores de la vida mas que cuando en vida estaba, y muerto es del cielo,…

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Soneto XII

Por Michelangelo Buonarroti Soneto XII Si mi tosco martillo en duras piedras de humano aspecto forma aquello o esto, del ministro que lo escolta, empuña y guía toma el movimiento, y da pasos ajenos. Mas el divino que en el cielo está y mora, a los demás y a sí, moviéndose embellece; y si ningún martillo sin otro martillo puede hacerse, de ese vivo se hacen otros. Y pues que el golpe más merito tiene cuanto mas se levanta de la fragua, este sobre el mío ha volado al cielo. Por lo que mi no acabado vendrá a menos, si ayuda no le da la fábrica divina para hacerlo, pues en el mundo…

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